Días que quieren quedarse

Los avances que viene mostrando la Oma ilusionan mucho. Hoy estuvo muy despierta, abría los ojos constantemente, participaba de las conversaciones moviendo la cabeza, apretaba fuerte las manos y hasta se reía como podía cuando el abuelo le contaba sus historias payasescas: ayer, sacó a bailar a una señora en el colectivo lleno. El chofer le apagó la música para que no moleste más.

La doctora nos contó que la idea es ir sacándole de a poco el respirador artificial y el tubo que tiene en la boca y no la deja hablar (muchas veces mueve la boca e intenta hacerlo). Pero parece que la Oma no está colaborando mucho (debe estar cansada y las fuerzas para luchar no deben ser muchas a esta edad), así que hoy le dije que le haga caso a los médicos así pronto podría hablar e irnos de ahí.

Como no había mucha gente nos dejaron quedarnos más tiempo que lo habitual. Al depedirnos, la Oma me agarró fuerte de la mano y no me dejaba ir. Nos quedamos unos minutos más hasta que finalmente nos despedimos. Mañana tengo facultad y no sé si voy a poder verla. El martes seguro.

Hoy estaba pensando que si se llega a recuperar un poco más y tiene que quedarse en el hospital (en otra unidad de menos riesgo) podría pedirme licencia en el trabajo y acompañarla todos los días. No sé qué pensarán en la oficina.