domingo, abril 10, 2005

Días

El domingo fue (es todavía) peor que el sábado, salvo por el hecho de que jugué al paddle con Pacho y al fútbol con los chicos. Ellos iban a lo de Poli a cenar, pero realmente mi ánimo no me lo permitió. Compré unas cervezas (dos) y me encerré en mi cuarto.

La llamé a N antes de ir a hacer deporte y también cuando volví. Conclusiones y consecuencias: llorisqueé al tubo (como un niño, sin falsas afecciones) y finalmente, me di cuenta que ella ya no me quiere y con eso ya no puedo hacer nada. Me tengo que retirar de la escena y limitarme a llorar dentro de las cuatro paredes de mi cuarto hasta largar todas las lágrimas necesarias para ponerme bien. N decidió alejarme de su vida y no puedo hacer nada contra eso, por más que lo haya intentado en las últimas semanas.

Seguir llorando y esperar a que las lágrimas se acaben.