jueves, mayo 05, 2005

Días que se van

Hernán:

Ayer la Oma estuvo mal. Al mediodia tuvo dos paros cardíacos y la salvaron dos veces. Uno ya se pregunta si vale la pena que siga sufriendo si finalmente no se va a salvar. Las esperanzas que había hace unos días de que se mejore, desaparecieron. Ahora se volvió a hablar del inminente desenlace. Sigue enchufada, siguen todos esos tubos que no la dejan hablar, siguen los aparatos y ahora hay un carrito de emergencia con las cosas que se necesitan para hacer electroschock.

A la tarde, cuando fui a visitarla, estaba mejor, pero tenía temblores, estaba fría y ya no movía los piecitos como el martes. Por suerte estaba lúcida y nos reconoció a todos. Me parece que está muy contenta con mis visitas. Ayer no quería soltarme la mano, me miraba con unos ojos que yo no recordaba tan dulces y me hablaba con la mirada. Le conté que vos habías llamado desde España para saber cómo andaba y que le mandabas un beso. Se puso muy contenta y levantó los brazos como apuntando al cielo. Creo que fue una forma de agradecer. Otro gesto que hace es cerrar los ojos y apretarlos. Eso significa que algo la emociona y que le gustaría sacarse todos los cables y salir corriendo a abrazar a toda la gente que quiere y con el aire que le sobre correr hasta el cielo y por fin descansar. Le pregunté si quería que te mandara besos y contestó que sí. Te los mando. Ahí van.