sábado, abril 30, 2005

Días que quieren quedarse

Recién llamó el abuelo: en la visita matutina, la Oma estuvo más lúcida que ayer y tenía más fuerzas. Hasta intentó esbozar una sonrisa cuando el abuelo le cantó una canción en húngaro.

Los médicos intentarán ir quitándole de a poco el respirador artificial para ver si puede respirar sola. Las perspectivas son ahora otras, pero no hay que ilusionarse desmedidamente.

El calor de toda la familia y su fuerza ancestral de madera húngara están luchando por la recuperación. Hoy a la tarde la visito.