Días
Desde que N me dejó tengo mucho más tiempo libre. Desde que me di cuenta que N me dejó empecé a preguntarme qué hacer con ese tiempo. Ese tiempo es por ahora un enemigo porque me lleva a pensar en ella y me lleva a estados melancólicos. La primer vía de escape que se me ocurrió (ocurre muchas veces en estos casos) fue hacer deporte. De los catorce a los veintiún años jugué al Handball. Mi puesto era el de arquero. Era bueno, me convocaron tres años seguidos a la preselección nacional, pero en ninguna de las ocasiones quedé en el equipo que finalmente participó de los torneos sudamericanos. Se podría decir que era uno de los mejores tres o cuatro arqueros del país. Mi pasión por el Handball era extrema. Hasta en el entrenamiento me enojaba si me hacían un gol y siempre estaba buscando alternativas para mejorar. Ser arquero requiere un poco de furia interna. Hay que soportar los pelotazos que se reparten entre la cara, el pecho, las zonas bajas, etc. Además, uno toma como una ofensa el gol, el gol es como una daga que se clava en el orgullo, pero igualmente cada gol sirve para tratar de que no haya nunca más uno. El jueves fui al club. Hablé con Benji y con Gastón (ellos nunca abandonaron, siguieron jugando) y me incitaron a ir. Yo estaba contento porque lo tomé como la actividad que me iba a permitir ocupar felizmente mi nuevo tiempo libre. Primero corrimos en la pista, después un poco de gimnasio. Esta parte me gustó porque mi objetivo es ponerme bien físicamente, ágil y en estado y bajar esos kilos de más que tengo. Después fuimos a jugar. Me paré en el arco y después de tanto tiempo me sentí ajeno, es más, me pareció algo estúpido tener que cuidar con tanto celo el arco. Los chicos lo notaron y me tiraban la pelota a las manos para que yo la ataje y me motive. Nos reímos. Me fui del entrenamiento decepcionado. Ahora tengo que buscar otra cosa. Ayer jugué al paddle con Coco. Vamos a ver si averiguamos por un profesor de tennis. No se. Además, arreglé con Pacho para acompañarlo al gimnasio adonde él va. Ese va a ser mi segundo intento por encontrar una actividad que me ocupe varios días de la semana. Pero tampoco es algo que me gusté mucho estar haciendo fierros y demás cosas. Otra alternativa es hacer una mezcla de cosas, que creo que va a ser lo que finalmente haré, algunos días hacer deporte (lo que sea) y otro día hacer algo que tenga que ver con la escritura (un taller) y los otros días ir a la facultad, como siempre. Se aceptan propuestas.
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