viernes, abril 08, 2005

Herencias (genéticas)


Oscar H de niño


Oscar H. (mi abuelo paterno) nació en Godoy, provincia de Santa Fé, en 1922. Sus padres, Enrique H. y Carmen Sosa, tambíen eran de Godoy y tuvieron cinco hijos: Susana (murió a los dos años y es la beba de la foto), Ema (murió en el ´94), Oscar (murió en el ´97), Víctor (murió en el ´99) y Carmen, que es la más joven de los cinco, que sigue con vida.

Los H. vivían en un campo grande, que habitaban junto con otros primos y tíos. El lugar era conocido como “La estancia de los H.” y la abuela Beba dice que todavía existe y que está administrada (porque el hombre no se puede mover mucho) por uno de los primos de mi abuelo. El tipo nunca se fue de Godoy y por eso, supongo debe haber heredado todas las tierras. Mi bisabuelo, Enrique H, había vendido la parte de sus tierras ya en el año 1942, y se mudó con sus hijos y su mujer a Villa Constitución. La abuela no me supo explicar el porqué de la mudanza.

Papá dice que los H. somos todos nacidos en Argentina desde por lo menos hace 300 años. Es curioso porque en la rama familiar de mamá, ya mis bisabuelos son europeos.
El conoció la estancia de Godoy y dice que había un galpón lleno de objetos antiguos, armas de indios, trabucos y demás artefactos pasados de moda y caducos en uso. Su hipótesis (pero dice que los H siempre lo negaron) es que los primeros H que llegaron a la Argentina desde España (estima que cerca del 1700, es una lástima no saber estos datos con exactitud y la única fuente que los puede brindar es el primo del abuelo que todavía está en Godoy. Tendré que averiguar cómo puedo hacer para visitarlo) tuvieron que matar a muchos indios de la zona para quedarse con las tierras. Lo cual no resulta descabellado si uno mira la historia argentina.

A los veinte años el abuelo se vino para Buenos Aires (acá el link a la página provincial de Godoy, adonde se puede ver que en los últimos treinta años la poblacion se mantiene igual en número; o sea que los jóvenes al terminar el secundario migran hacia capitales con universidad y en menor medida por otras causas) y se instaló en el barrio de La Boca, no sé si por azar o porque en sus anteriores visitas a exposiciones referidas al agro había elegido el lugar. Al poco tiempo, su hermano Víctor se unió a su experiencia porteña (pero Víctor regresó a Villa Constitución a los pocos años) y juntos fundaron el mito familiar del cotorro gris.

Oscar trabajó durante más de veinte años en SEGBA (empresa privatizada por Menem donde también trabajó papá) y en una noche de carnaval conoció a la abuela para no separarse hasta el final de sus días. La casa de La Boca la abandonó para mudarse a José León Suárez y ya no volvió a Villa Constitución más que ocasionalemente.

Papá dice que la tía Carmen debe tener muchas fotos y muchos recuerdos de la familia y que visitarla sería provechoso para seguir recolectando estas piezas, que sin quererlo van re-armando el pasado.