sábado, mayo 21, 2005

Días muertos

Una de las cosas que más extraño es levantarme con N en mi cama y abrazarnos y rozarnos las piernas un rato hasta despabilarnos. Después salir lentamente de la cama, sin despertarla, y sorprenderla llevándole el desayuno a la cama y verla masticar lentamente con cara dormida y el cabello desordenado. Se ponía contenta y me lo agradecía. Algunas veces me reprochó que la despertaba y en varias ocasiones me dejó desayunando sólo.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

No lo puedo creer! En serio hacías eso por ella???... Ya no quedan hombres así... Y lo peor de todo, es que te hizo sufrir tanto, que ni muerto volverías a hacer eso por una mujer... o quizás sí, si alguna te parte mal la cabeza... aunque ambos sabemos que va a ser difícil, no? Experiencias propias lo acreditan...
Beso

11:06 p. m.  

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