domingo, enero 15, 2006

es domingo y llueve

Debe ser porque es domingo. Y todos sabemos cómo llegan los domingos y adónde nos llevan. “tus besos eran mi faro”, canta Calamaro y se me encoje un poquito el pecho y se me nubla la vista. Debe ser porque es domingo. Y mientras, leo una nota al Cuino, quien le escribió muchas letras. Y me paseo por muchos discos de calamaro, que siempre son discos nuevos y se descubren nuevos temas, porque son discos largos y no siempre se le presta atención a los mismos temas. También algunos recitales viejos de mal sonido en los que nunca estuve, pero que las grabaciones piratas me los regalan. Es como recuperar un sueño que no se podía recordar. Y escucho una versión en vivo de contigo, el tema de sabina, cantado por la voz quebrada de calamaro y las notas de un piano afinado. “yo no quiero un amor civilizado”. “porque el amor cuando no muere, mata”. Ay.

(acá se lo regalo al que lo quiera escuchar)

Encima llueve. Debe ser porque llueve. Torrencialmente. La calle inundada arrastra la basura que se acumulaba en la calle. De chico era divertido tirar algo al río de lluvia y ver como se alejaba. O tirar dos cosas y ver cual llegaba más lejos, cual ganaba la carrera. Y empaparse, pero disfrutándolo. Ahora ya no. La niñez tiene que ver más con la acción, la experimentación. Ahora en la adolescencia (o adultez, ¿qué se es con 24 años?) las cosas tienen más que ver con la contemplación o la reflexión. Nada de mojarse.

Pero más que nada debe ser porque es domingo. Y encima llueve.