jueves, julio 19, 2007

Invisibles

El reloj en el fondo blanco
muestra las once negras:
uno, dos, tres, cuatro, cinco, y seis,
siete, ocho, nueve, diez, y once;
tonalidad que marca un cuándo;
los pasos dibujan una forma,
una historia y otro paso;
los gorros de lana, las polleras escolares,
las camperas con capucha;
los pasos chuecos, los pasos lentos,
los pasos circulares y los pasos indecisos;
los guantes mágicos, los pantalones de jean,
los zapatos de gamuza;
las vías, los trenes, las bolsas,
las barreras quebradas;
árboles al costado, baldosas sueltas,
paredones grises, florerías verdes;
pelos rojos, pelo corto, pelo atado,
pelado en la corona;
un gallo muerto, las plumas pisadas,
verde de las moscas, las patas tiesas;
una esquina llena de flores;
un cartel con un perro lamiendo a su dueño;
una chica con una bolsa roja;
un espejo circular adentro de un espejo
rectangular con la cara de un colectivero;
un colectivo lleno de cabezas;
un auto negro, otro gris
y otro invisible porque no lo veo;
debe estar llena la calle de cosas invisibles;
una plaza con vigas rosadas sosteniendo el aire;
una esquina que es muchas esquinas
y por eso no es esquina;
gente que camina, gente que habla,
que se saluda, que se besa,
que aterriza, que ladra,
que compra naranjas en la verdulería
y el verdulero le guiña el ojo
porque están de oferta y son riquísimas,
especiales para jugo, fruta de estación,
dulce pero agrio, dulce pero agrio,
como esas caricias con las uñas,
que son suaves pero raspan,
uñas femeninas, color piel, color piel,
como lo que queda de esta tarde.

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4 Comments:

Blogger Martín H said...

debe estar llena la calle de cosas invisibles. llena.

10:31 p. m.  
Blogger Martín H said...

de cosas invisibles, de cosas que no puedo ver.

10:36 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Gracias

12:20 a. m.  
Blogger Martín H said...

¡De nada! Pero ¿gracias porqué?

8:20 a. m.  

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