jueves, mayo 12, 2005

La muerte de N

El problema es que cuando llamo a N no me atiende N. Me atiende alguien que tiene el mismo nombre y la misma voz, pero ya no es N, la que era mi novia, la que compartió conmigo los últimos cuatro años de mi vida. Esa persona desapareció, no está más, se fue de viaje. Y ese vacío me destruye, porque la reemplazante de N es altiva y arrogante, desalmada y poco humana, irracional e incoherente. Lo único que quiere es que yo no llame más, porque ahora la que está en ese cuerpo es ella y no mi N. Porque uno hace construcciones de las personas (y por eso muchas veces hay diversas opiniones de un mismo cuerpo-voz, o sea, dos personas pueden opinar distinto sobre una sola persona) y esas construcciones pueden contrastarse con la realidad hasta un momento. Pero cuando ya no hay retorno del otro lado, cuando los mismos estímulos que antes generaban reacciones y ahora no generan nada, se acabó la historia: la construcción ya no tiene un respaldo en la realidad y ya no puede haber comunicación. Por eso no voy a ser injusto con N, con mi N, que ya no está. A ella la seguiré recordando como era y a su vil reemplazante la aborreceré por atentar contra su memoria.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Fuerza bochete!!!!
A la chota con la perra esa!!!
Cuando no valen la pena, no valen la pena y punto.
Suerte
CCBabock

5:08 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Lo mejor ke podes hacer es kedarte con el recuerdo de tu N..despues esperar a ke pase el dolor...ke te aseguro ke pasa...ahora tu mundo es ese ,tormentas en la cabeza,respuestas ke no aparecen, obsecion de recuperar lo pasado..tranquilo.. cuando lo veas de lejos te vas a reir..
ante todo mucha calma, sos un ser muy sensible por eso duele..pero tambien disfrutas mas.
Hernan me dejo tu blog entre mis favoritos,siempre lo leo y hoy me dio ganas de escribir.
te doy un abrazo fuerete ke ya pasa..
Gaby (Barcelona 13:32)

8:37 a. m.  

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