jueves, junio 15, 2006

las manos gastadas

no me cansé de arañar las paredes
hasta que me di cuenta de que era placentero
y decidí alejarme del vicio que me daba goce.
pasaste por ahí y me viste tirado
las manos gastadas y la cara gris del llanto
yo estaba tan concentrado en destruirme
que casi no percibí tus pasos.
cuando giré (estaba en el piso acurrucado como un niño)
vi tu rostro duro, de piedra imposible de quebrar
y lloré más fuerte.
no dijiste nada, ni siquiera miraste.
me atraganté y no lloré más.
nunca más.

4 Comments:

Blogger Dada said...

las lágrimas pueden atragantarte.
Y en los momentos más inoportunos.
yo tengo una comunidad de lágrimas solitarias en mi interior, no son tantas , pero pisan fuerte, y hacen muchoo ruido a veces.
creo qeu nunca podré echarlas igual no quiero, las extrañaría me parece

2:14 a. m.  
Blogger Lunita said...

¿y no lloró nunca más?

3:58 p. m.  
Blogger Martín H said...

lunita, bueno..., sí, volví a llorar... me descubriste! pero de otra manera.

dada, a veces es lindo llorar, y ver lo frágil que uno puede ser. el tibio desconsuelo líquido.

saludos!
m

2:08 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

"a veces es lindo llorar, y ver lo frágil que uno puede ser"... Qué frase fuerte...

12:45 a. m.  

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