Días

Los últimos treinta días fueron significativos. Hernán pasó fugaz por Buenos Aires, N me dejó y todavía sigo llamándola para ver si la relación puede recomponerse, pero creo que cada vez todo se descompone y se aleja más (ella me rechaza, yo me enojo y ella se enoja más), la abuela Beba cumplió ochenta años, empecé a escribir este blog que nació (así parece por ahora) para revolver el pasado y sacarle el polvo y dar a luz la historia de mi familia, y también comenzé la cursada en la facultad, que si bien no tengo mucho que estudiar todavía, me mantiene ocupado (junto al blog y la recopilación de información) a sobrellevar la tristeza de ver cómo cualquier cosa (aún la menos imaginada) se puede desmoronar y matar con los escombros al sentimiento.