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Hoy estoy medio dark.

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Anoché cené con los murciélagos
y devoré partes de mi cuerpo.

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Últimamente me estoy conociendo más.
Más estos últimos días.
Tengo muchos amigos,
pero muy pocos se interesan por mi mundo oscuro.
Conocer mi mundo oscuro es conocerme.
No sé qué es mi mundo oscuro.
Es eso de lo que todos preferimos no hablar.
En mi tumba no quiero flores.
Prefiero plantas de especias.
Albahaca, cilantro, romero.
Que mi carne se fusione con los aromas de la cocina.
Que los gusanos coman mi carne como se debe.
Que la fiesta de mi descomposición sea sabroza.

*

Es todo tan trivial.
No paramos de mentirnos.
Inventamos cosas todo el tiempo
para no pensar en nosotros, para no reflexionar.
Inventamos aparatos, juegos, monedas, sistemas,
formas, alimentos, ropas, transportes, centros turísticos,
religiones, peinados nuevos, modas. Hasta clonamos animales.
El horror para el hombre sería encontrarse a sí mismo,
hallarse desnudo en una llanura. Sólo con el pasto.
El horror sería el fin de las construcciones,
esas que sostienen todos los aparatos e instituciones,
que nos mienten porque les pedimos por favor
que nos mientan porque no queremos saber ni ver.
Queremos escuchar mentiras para no pensar.

*

Hasta nuestro cuerpo miente.

*