Cardumen

Flotamos en el agua como dos patos
con la cabeza afuera y tratando
de no perder la superficie.
Nos preguntamos si es profundo
y bajamos, por turnos: primero vos,
después yo, y luego los dos juntos.
Pero abajo del agua no podemos vernos
porque está todo oscuro,
aunque estemos cerca.
Mientras flotás tu risa es más grande
que en tierra firme.
Tus dientes son más blancos
y tus labios un cardumen.
Será una forma de ser fuerte
en el agua para ser parte del mar,
una especie de respuesta camaleónica
del cuerpo que entiende donde está,
o las olas irradian señales
que no llegamos a decodificar
concientemente, me pierdo en tu mueca,
una mueca de ángeles y picaflores,
sin espinas, sólo pétalos que en forma
de de dos arcos carnosos
dicen que son tu boca.

Lectura a cargo de: Martín H ( de madrugada)