lunes, mayo 23, 2005

Días

Anoche, cuando llegué a casa confirmé algo que venía sospechando desde hace unos días: que todos me están saludando con especial cariño y que me dan la palmadita de consuelo en la espalda. Como no suelo hablar de mis temas más temas privados con mis viejos (y no siempre con Javi, mi hermano y menos con su esposa) lo primero que sospeché es que están leyendo el blog y que por conocer mi pena por todo el tema con N, tienden a saludarme con un cariño que busca conseguir consuelo.

El antecedente de mi sospecha es el siguiente: Hernán (que le debe haber pasado la dirección del blog a sus amistades) recibió saludos de condolencia por la muerte de la Oma de gente que leyó la noticia en el blog y como esto le pareció sorprendente, le hizo el comentario a mamá. Y como mi mamá (al igual que todas las madres) quiere siempre saber todo de su hijo y sentirlo suyo (al contrario los hijos no queremos que nuestras madres sepan todo de nosotros y no queremos sentirnos suyos) me reprochó el hecho de que existía una página en donde yo contaba cosas mías a las cuales accedían todos los cibernautas y no ella, mi madre. Como pude le expliqué qué era un blog, cómo funcionaba, porqué escribía, qué escribía. Lo entendió y no se habló más del tema.

Mamá y familia: si están leyendo el blog no me lo hagan saber porque van a condicionar mi escritura. Les agradezco que se preocupen por mí y estén tranquilos que día a día mejora mi estado de ánimo. Pronto voy a estar bien del todo.
Los quiere
m