nada
menos onda que una recta adscripta a los vaivenes de la nada cuando el viento descansa y no sopla y no mueve y no avanza y la quietud gobierna el instante, que se parece más a un suspiro que a una postal.
Aquel mundo irreal,/donde las campanas/del templo suenan/y convocan/con el mismo llamado/a los ángeles/y a los demonios./Este mundo.
posted by Martín H at 10:26 p. m.
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