jueves, junio 02, 2005

Diarios viejos

Miércoles, 30 de Junio de 2004
por la mañana


…y una vez más, es de la familia y de los amigos de siempre que uno puede esperar algo. ¿Cómo pretender algo de alguien que no te quiere, de alguien que no te conoce más que por los holas y los chaus? Incluso no hay interés. Es casi imposible fabricar lazos fuertes siendo adulto. ¿Cómo se puede imitar el lazo de una amistad que nace en la infancia y donde cada uno de nuestros recuerdos se relaciona con esos amigos que compartieron lo mismo en el mismo momento que nosotros?
¿Cómo se puede imitar el amor de una madre que llevó a su hijo en su propio vientre, en su propio cuerpo por nueve meses, como imitar a la contención de un padre que vigila, cuida, aconseja, vive, obra y sueña en torno a su hijo y su felicidad no puede más que ser fáctica en relación con los progresos del hijo?
¿Cómo? ¿Cómo? No se puede.
…y pienso en mi novia. ¿Puede ella cubrir todos los baches existentes? ¿Puede? ¿Los cubre? ¿Llega a amarme como una madre y a querer mi felicidad como un padre? ¿Puede? El amor de una mujer es lo más cercano al amor de los padres, seguramente.
Se me acaba de nublar la vista. Fluido que no llega a ser lágrima porque lo detengo. No estoy solo, no puedo llorar.
Hay cosas que se escapan del entendimiento, cosas que de sólo pensarlas provocan el derrumbe de la conciencia. Esas cosas que nos superan y nos imposibilitan de seguir hasta saber la respuesta. Bloqueo mental, sentimental, corporal.
…y por supuesto esa respuesta no va a llegar. Nunca llega. Y si llega se la rechaza por prepotente. ¿Vos te pensás que te voy a creer? No es tan fácil. Andate y no vuelvas.
¿Se puede cubrir el espacio que deja el amor de los padres? ¿Alguien puede hacerlo? ¿Se puede?