miércoles, agosto 15, 2007

VERANO (fragmento, en construcción)

XVI

De repente, explota, en el cielo, una estrella
y no entiendo qué pasa porque enseguida
explotan otras más y pienso que se va a caer el cielo,
pero cuando veo los colores y llega el sonido,
entiendo que son juegos artificiales
y que no hay de que preocuparse, sino mover
las piernas como si estuviera contento
y dejarlas que reboten contra el pilarcito.

Sin querer pateo a un caracol que cae
en el piso de la vereda
pero no puedo bajar a ayudarlo.
Me acuerdo cuando la abuela nos regaló
un juego para hacer experimentos
y Hernán agarró una lupa que venía,
le apuntó al sol, y dejó que el hilo de luz
cayera sobre el cuerpo de un caracol
que habíamos encontrado en la reja.
Al principio no pasaba nada,
pero al ratito, empezó a salir humo
y el caracol largaba una baba roja.
Después se aburrió y se fue.
Yo me quedé mirando
al pobre bicho que ni se quejaba
y para que no sufra lo puse en el medio de la calle,
para que lo pise un auto.

Enseguida pasó uno y splatch.

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1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

hola! como estas? te dejo este pedacito de Galeano… cuando te leí me vino a la cabeza
besos muchos!

Pequeña muerte, llaman en Francia a la culminación del abrazo, que rompiéndonos nos junta y perdiéndonos nos encuentra y acabándonos nos empieza. Pequeña
muerte, la llaman; pero grande , muy grande ha de ser, si matándonos nos nace.

2:52 p. m.  

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