viernes, junio 26, 2009

Todos contra Juan

En uno de los capítulos de Todos contra Juan, Juan Perugia, actor que 15 años atrás gozó de un fugaz paso por la fama gracias a la tira adolescente La vida es un juego, llega al local de una cadena de hamburguesas, donde está empleado temporariamente, y se encuentra con su jefe, que con gesto grave y adusto le comenta que estuvo analizando su desempeño y que, por ello, ha tomado una decisión irrevocable. Juan, con el rostro desfigurado, muestra de su preocupación, le implora para que lo mantenga en su puesto, porque las urgencias económicas lo apremian. El supervisor, sin darle oportunidad de réplica, lo interrumpe y le dice que por su comportamiento reciente está obligado a nombrarlo… Empleado del Mes.

En ese preciso instante, sus compañeros de trabajo aparecen por detrás del mostrador y rompen el silencio con aplausos cálidos. Juan, todavía sorprendido, pregunta si es realmente él el ganador, como si no fuera capaz de recibir ningún reconocimiento. El supervisor lo incita a decir unas palabras con respecto al galardón recién obtenido. A partir de aquí, el registro cambia: el fracasado actor se abstrae del entorno y siente que está recibiendo un premio por su condición artística. Comenta que el premio –en realidad un portarretratos– es más pesado de lo que él se podía imaginar. Dice que no preparó ningún discurso. Sus expresiones van de la dicha a la melancolía, de la risa al llanto. Inesperadamente, saca un papel del bolsillo y lee:

“Quiero agradecer a la Academia, a APTRA, a todos los críticos, ya que sin su crítica hoy no sería quien soy, a todos mis compañeros, que me demuestran que se puede, a mamá que me debe estar mirando desde el cielo –¡Mamá, esto es para vos!–, a los chicos con hambre de todo el país, recuerden todos que somos actores, queremos actuar, y para vos que sos la luz de mi vida”.

Casi entre lágrimas, abraza a su jefe y agradece a todo el equipo, que no lo juzga, sino que lo entiende con una mirada condescendiente.

Mezcla de ensayo de los premios por venir –que obviamente nunca llegarán– y de una compulsión desesperada por el reconocimiento, esta escena viste con harapos a un personaje que se obstina en revolcarse en la mezcla fangosa que el fracaso depositó a sus pies.

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viernes, junio 05, 2009

Duérmete niño

Todo lo que duerme es niño nuevamente.

Fernando Pessoa, Libro del desasosiego.

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miércoles, junio 03, 2009

Vegetales al wok en tulipa de parmesano















Zanahoria, pimiento verde, cebolla, pollo, berenjena, tulipa de queso parmesano.

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Ensalada de salmón en pan zepelin















Salmón rosado, radichio, lechuga morada, tomate cherry, tiritas de puerro, juliana de cáscara de pepino.

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Ensalada en pan de campo















Rúcula, radichio, lechuga morada, lechuga francesa, palta, tomate cherry, tiritas de puerro.

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lunes, junio 01, 2009

Videos de El robot bajo el agua
















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