miércoles, abril 26, 2006

coleccionista

Escoge la parte que quieras.

Te puedo ofrecer

un páncreas.

Un riñón.

O el corazón.

También un ojo.

Un pie.

Una pestaña.

O si eres algo poética

un suspiro.

Pero el suspiro no tiene carne,

no lo puedes aprehender,

tú, coleccionista de mí.

lunes, abril 24, 2006

mi pequeña muerte en vivo
















el Viernes 28 de abril en el Auditorio Gandhi (Av Corrientes 1743) a las 22 hs.

viernes, abril 21, 2006

exorcismo

Te pedí que buscaras el poema que te había mandado; lo encontraste y en ese momento se me ocurrió la fórmula para exorcisar definitivamente tu amor: la lectura. No te negaste, y lentamente, un poco entrecortado, comenzaste a leer el poema. Tus palabras fueron borrando las escritas y el mapa de mi amor no correspondido fue desapareciendo del espacio y del tiempo. Terminaste, se hizo una pausa y sentí que el mensaje te había llegado. No quería más que eso. La carta había llegado a destino y el cartero debía seguir tocando timbres y entregando otras cartas.

jueves, abril 20, 2006

utilísima

me gusta cocinar. a los 17, cuando tuve que elegir qué estudiar, estaba entre Letras, Chef y Periodismo deportivo (para especializarme en tenis). la opción ganadora resultó ser Letras. la cocina y el tenis quedaron como actividades que me brindan placer ocasionalmente. después de estudiar 3 años, decidí hacer la simultaneidad con Edición, para tener un perfil más laboral. desde el 2004 que estoy en Edición y espero terminarla a fin del año que viene, para retomar Letras. de todos modos, como debo algunos finales, tendré que meterme en temas literarios prontamente. (Siglo XIX, Siglo XX, Eslavas, Brasileña; pesada carga que llevo sobre mis espaldas)

la cuestión es que me gusta cocinar y que hoy es jueves. los jueves llego a casa después de dormir tres días en lo de la abuela (que vive en capital, y me queda más cómodo cuando curso) y me gusta cocinar algo. no es que sea un experto, pero me gusta experimentar. no hace mucho aprendí a hacer chop suey, y estoy probando variantes con distintas verduras (no pueden faltar repollitos de bruselas, brocoli, zucchini, brote de soja, zanahoria, morrón; opcionalmente, se puede agregar cebolla, zapallo, berenjena, etc.). también se pueden usar carnes y pastas, pero la opción vegetariana del plato es la que más me gusta. el secreto está en usar la salsa de soja en la cocción, ir agregándole de a poco para que las verduras absorvan la salsa. opcionalmente, y de acuerdo a la sensibilidad de los paladares de los comensales, se puede agregar curry y pimienta negra recién molida (mamá, papá y las nenas se quejan de que lo hago muy picante). lo que no puede faltar es un buen vino tinto. malbec o syrah. recomiendo el Callia, buenísimo y no tan caro ($8).

no se pierda el próximo programa de utilísima satelital.

martes, abril 18, 2006

catarsis

hoy no es un buen día. al menos para mí. por qué? porque sí. qué te importa? metete en tus cosas. no me rompás las pelotas. acaso tengo que decirte qué me pasa? quién te pensás que sos? no te confundás. no sos nada. nos une la casualidad, la lógica infernal que gobierna el mundo. la casualidad es una razón más que suficiente, dijiste la otra vez jugando con las palabras. decís puras boludeces. la otra vez pensaste en decirle que vos no tenés una opinión formada de las cosas, que vos picás un poquito de acá y un poquito de allá, pero que en definitiva no entendés un carajo de nada. es como darle algunas vueltas a que sos un pelotudo. sí, ya sé. así que no vengas a pretender que te cuente qué me pasa si no sabés ni cómo te llamás y encima ni yo se qué me pasa. entendés? la paradoja cíclica. que nunca acaba. círculos, círculos y más círculos. siempre volver a dar la puta vuelta y llegar al mismo lugar, como si las curvas fueran laberintos endemoniados. y cuando me preguntás algo te miro a los ojos y te reputeo pero con miradas, y mientras, te contesto con palabras cortantes, monosílabos. mis ojos disparan fuego y te queman. veo cómo te quemás y lo disfruto. y ardés sin decir nada. incendio mudo. y cuando me cuesta mirar a los ojos a alguien es porque algo anda mal. no solo en mí, sino en el otro. hay un rechazo que no deja que las miradas se enrieden. hoy no es un buen día y todo toma un matiz ocre. el sol quema la vista, la brisa otoñal rasga la piel y el cuerpo en movimiento es una piedra que cae de la montaña y sólo va a detenerse cuando choque con las paredes de ese edificio que construyeron con piedras más grandes y más duras, y se va a romper en pedacitos tan chiquitos, que van a ser piedritas. y los diminutivos empalagan en días como estos porque traen algo de dulzura. y quién quiere dulzura? por suerte estos días no vienen siempre porque de ser así, no podría mantener el trabajo, ni los estudios, ni nada. ni la cordura.

sábado, abril 15, 2006

miradas










-Es una relación de miradas. ¿Nunca te pasó? No hay diálogo, o sí, lo que no hay es palabras. Las palabras están prohibidas, en realidad no salen o no quieren salir y la relación se sustenta en ese juego de miradas. Es un vínculo fuerte: te peleás, te amigás, te enamorás, te desnudás. Pero el peligro, o mejor dicho, el punto dominante, que es en realidad el motor de todo, pasa por la imaginación. La relación de miradas puede inventársela uno mismo, sin importar el comportamiento de los otros ojos. ¿Entendés? Capaz que te imaginás todo. Igual te das cuenta, porque la interacción con el otro es fuerte. Entre una mirada y la otra se genera un campo de energías eléctricas que unen a los dos lados, no es fácil no percibirlo. Te tenés que dar cuenta, porque además, una relación de miradas termina involucrando el sentimiento, o el sentimiento te involucra en esta relación, no importa.

¿Quién es? ¿Qué hace? ¿Por qué no le hablo? ¿Por qué hoy no me mira? ¿Y si me habla qué le digo? Ves. No es simple. Vos te reís y me preguntás porqué no hago más fácil y hablo de una vez por todas. No es simple. Todavía no estamos preparados. Estamos atravesando una situación difícil y cuando salgamos ya vamos a usar las palabras. Todavía falta.

El problema es que es un círculo que no se detiene. No se puede detener. Todo el tiempo querés más. Ver cómo reacciona ante tal mirada, ante tal otra, ante la indiferencia que es la no-mirada. Y lo peor es cuando tirás una y no recibís nada a cambio o no te miran. Eso es lo peor. Maldecís a tu rostro, a tus ojos, a tu cuerpo, a tu vida. ¿Por qué no tendré un rostro más atractivo, o unos ojos verdes bien abiertos que brillen con la luz del sol y encandilen y enamoren y lastimen? Y después te parás y decís que ahora no, que ahora no vas a mirar, que esta vez ya no querés seguir alimentando al monstruo, pero te levantás y lo primero que hacés es mirar y sin recibir respuesta agachás la cabeza y te maldecís por no poder contenerte. Eso es un punto en contra. La otra mirada te va tomando los tiempos, ya te conoce. Hay que ser cauteloso, no hay que desnudarse muy rápido. Mejor de a poco.

No, nunca hablé. En realidad sí, pero ni siquiera fue una conversación. Holas y chaus y un día que pasó algo que podría haber abierto una puerta a un diálogo más fluido, pero me agarró de sorpresa y no pude reaccionar. Hasta creo que quedé como un boludo, pero ya está, tampoco me voy a mortificar, pero fue una buena oportunidad. Fue así: yo me tropecé con ella o ella conmigo, no sé, y lo único que dije fue perdón. Ella creo que no dijo nada. Entonces me puse a pensar en cómo aprovechar esto para crear una conversación. Pensaba en qué decirle cuando pase al lado mío. “Tengo que tener cuidado de estar cerca tuyo.” “Me lastimaste la rodilla” “Sos peligrosa” No sé, algo que sea cómico, sutil e inteligente, pero como verás no se me ocurrió nada así. Por suerte no me la crucé ese día.

Al otro día veo que va para allá y la sigo. Algo la detuvo y me vio. Yo no iba a decir más que hola, pero por alguna razón ella dijo:” Hoy no me tropecé con vos, zafaste” Yo no detuve mi andar hacia el baño y lo único que pude hacer fue sonreír. Creo que no fue una fea sonrisa. Estuvo bien, pero me ganó el silencio y tal vez quedé mal.

Sí, me quería morir. Una oportunidad única desaprovechada.

Sabés que sí. Pensé en eso. Cómo es que ella tomó la posta. Para mí que también estuvo pensando en cómo crear una conversación.

No se enojó. Me parece que le resultó dulce mi timidez. Lo sé por las miradas, aunque en realidad no me miró, pero lo leí en el perfil de la mirada y en la comisura de los labios.

No, no exagero. Ya te dije cómo funciona esto. Puede ser que sea todo imaginación mía, pero no creo. Uno se da cuenta.

A veces me parece que le cuenta a sus conocidas de la relación. Lo malo es que se ríen de mi, de mi idiotez. También veo que me miran con una ternura lastimosa.

Hoy la saludé (“hola”) y me contestó con una linda sonrisa. Me gustó y me quedé pensando en el porqué. ¿Burla? ¿Afecto? No sé. Es difícil a veces interpretar. Lamento ser tan torpe.

¿Cómo sigue? No tengo idea. Supongo que en algún momento los ojos van a unirse en esa fusión mágica que amalgama y las palabras van a salir solas o no van a ser necesarias. O tal vez se me escape algún vocablo y eche todo a perder.

Sí, tenés razón, la relación de miradas es puro cálculo y estrategia.

Como la guerra.

más allá - Cabo Polonio 02/2006

mundos paralelos - Piriapolis 02/2006

Barco encallado - La Pedrera 02/2006

viernes, abril 14, 2006

nadar solo

jueves, abril 06, 2006

tandil






















la maratón de Tandil fue agotadora. hice los 27 kilómetros en 3 horas. el profesional que ganó la carrera hizo 1 hora 50. una bestia. yo estuve por la mitad de la tabla de llegada. cuestas, bajadas, piedra, pasto, tierra, asfalto, paisajes hermosos, espíritu deportivo, aventura, naturaleza, aire, sierras. de yapa, aparecí en el video que se hizo de la carrera. copio el link. se me ve pasar rápido por abajo en el segundo 27 del video, después de un primer plano a un tipo de gorra. disfruten el paisaje.

http://www.clubdecorredores.com/advrace/2006/tandil/video-high.htm